El ciclo femenino es más que una función biológica mensual: es un ciclo fascinante que presenta paralelismos sorprendentes con las estaciones del año en la naturaleza. El concepto de las "estaciones internas" describe cómo las diferentes fases del ciclo menstrual, en sus manifestaciones hormonales, corporales y emocionales, se asemejan a las cuatro estaciones del año.
Estaciones internas: cómo nuestro ciclo femenino se asemeja al curso de un año
¿Alguna vez te has parado a pensar cuántos ciclos menstruales tienes a lo largo de tu vida? ¡Nosotros lo hemos calculado por ti, serán unos 400-500 ciclos menstruales! Increíble, ¿verdad? Cada uno de estos ciclos conlleva diferentes configuraciones hormonales que influyen directamente en tu energía, estado de ánimo y rendimiento. Al aprender a entender estas "estaciones internas" y a trabajar con ellas, podemos mejorar considerablemente nuestro bienestar.
Inhalt:
El invierno interior: La fase de menstruación
La primavera interior: La fase folicular
El verano interior: La fase de ovulación
El otoño interior: La fase lútea
Vivir en armonía con las estaciones internas
Las cuatro estaciones internas en detalle
El invierno interior: La fase de menstruación
Base hormonal: En esta fase, tanto el estrógeno como la progesterona están en su nivel más bajo.
Al igual que el invierno en la naturaleza, la fase menstrual es un momento de recogimiento y descanso. El revestimiento del útero se desprende, un proceso que consume energía y a menudo se asocia con fatiga. Los estudios demuestran que la demanda de energía puede aumentar hasta un 10% antes de la menstruación [1].
En esta fase:
- Muchas mujeres se sienten con menos energía y más cansadas
- ¿Está el cuerpo más ocupado con procesos de regeneración?
- Puede que la intuición sea especialmente pronunciada
- Existe una mayor necesidad de descanso e introspección
Consejo para el autocuidado: Permítete conscientemente fases de descanso. Estudios científicos demuestran que dormir lo suficiente durante esta fase puede reducir la intensidad de las molestias menstruales [2].

La primavera interior: La fase folicular
Base hormonal: La hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH) aumentan, lo que provoca un aumento continuo del nivel de estrógeno.
Esta fase comienza justo después de la menstruación y dura hasta la ovulación. Al igual que en primavera, cuando la naturaleza despierta a una nueva vida, el cuerpo experimenta un aumento de energía. En los ovarios madura un óvulo, mientras que el aumento de los niveles de estrógeno proporciona más vitalidad.
En esta fase:
- ¿El aumento de estrógeno incrementa la energía y la claridad mental?
- Mejora la calidad de la piel: a menudo se ve más tersa y limpia
- ¿La creatividad [3] y la disposición a experimentar son particularmente pronunciadas?
- Muchas mujeres se sienten especialmente motivadas para empezar cosas nuevas
¿Sabías que...? Se dice que, durante la fase folicular, las personas que menstrúa son más propensas a asumir riesgos y están más abiertas a nuevas experiencias, un mecanismo evolutivo que posiblemente favorece la búsqueda de pareja antes de la fase fértil.

El verano interior: La fase de ovulación
Base hormonal: Los niveles máximos de estrógeno y un aumento significativo de la hormona luteinizante (LH) desencadenan la ovulación. La testosterona también alcanza su punto máximo.
La ovulación marca el punto álgido del ciclo, comparable al verano, cuando todo está en plena floración. Esta fase dura unos 3-5 días y es el momento más fértil del ciclo.
En esta fase:
- La energía y la confianza en uno mismo alcanzan su punto álgido
- ¿Es la libido típicamente más fuerte?
- Puede que mejore la capacidad de expresión verbal
- ¿Aumenta la capacidad de conexión social?
¿Lo sabías? Se ha demostrado que el aumento de testosterona durante la ovulación incrementa la libido. La autoestima también recibe un buen impulso, no es de extrañar que seas irresistible durante tu ovulación.

El otoño interior: La fase lútea
Base hormonal: El cuerpo lúteo produce más progesterona, mientras que el nivel de estrógeno primero disminuye brevemente, luego aumenta ligeramente de nuevo y finalmente vuelve a bajar hacia el final de la fase.
La fase más larga del ciclo corresponde al otoño: al principio aún llena de energía y estable (como el otoño dorado), más tarde más tranquila e introspectiva, a veces lluviosa o tormentosa (como el final del otoño).
En esta fase:
- Si bien el estado de ánimo es estable al principio, puede fluctuar hacia el final.
- ¿Disminuye la energía gradualmente?
- ¿Aumenta ligeramente la temperatura corporal (alrededor de 0,3-0,5°C)?
- Puede haber una mayor sensibilidad al estrés
Síndrome premenstrual (SPM): Aproximadamente el 80% de las mujeres que menstrúan experimentan al menos un síntoma del SPM en la fase lútea tardía [4]. Esto se debe a la disminución brusca de progesterona y estrógeno, lo que provoca cambios bioquímicos en el cerebro, especialmente en el metabolismo de la serotonina.

Vivir en armonía con las estaciones internas
El reconocimiento y la adaptación a las estaciones internas pueden reducir el estrés y mejorar los síntomas del SPM.
Pruébalo:
- Invierno interior: Reduce las citas, prioriza el autocuidado y el descanso. Los estudios demuestran que el calor puede aliviar eficazmente los calambres en esta fase: ¡luz verde para días acogedores con la bolsa de agua caliente!
- Primavera interior: Utiliza el aumento de energía para nuevos proyectos, actividades creativas y actividades físicamente más exigentes.
- Verano interior: Ideal para presentaciones importantes y eventos sociales. La mejora de la capacidad de comunicación puede utilizarse conscientemente para conversaciones importantes.
- Otoño interior: En la fase inicial, son adecuados los trabajos finales y organizativos, mientras que la fase tardía requiere más calma y autorreflexión.
Ya lo haces, ¿quieres más? ¿Qué te parece un entrenamiento basado en el ciclo para las deportistas entre nosotras?

Conclusión: Una nueva comprensión de nuestra naturaleza cíclica
El concepto de las estaciones internas nos ofrece un marco valioso para entender el ciclo femenino no como una molesta manifestación mensual, sino como un ritmo natural que conlleva diferentes cualidades y fortalezas.
Investigaciones recientes en el campo de la cronobiología subrayan la importancia del ciclo como un "reloj biológico" que influye en numerosos procesos fisiológicos. Comprender esta naturaleza cíclica nos permite vivir de forma más consciente y cuidar nuestra salud de manera integral.
En lugar de luchar contra nuestra biología, podemos aprender a vivir en el flujo de nuestras estaciones internas; una perspectiva que no solo puede aumentar nuestro bienestar, sino también conducir a una comprensión más profunda de nuestra propia naturaleza.









